“Nunca discutas con un idiota, la gente a tu alrededor puede no notar la diferencia” (Emmanuel Kant).
Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …
No pretendo ser crítico cinematográfico, nada más alejado de eso, voy una o dos veces al cine al año, si la película me llama la atención, si no, eso de pasarme dos horas sentado viendo una enorme pantallota me suena a pérdida de tiempo …
Telefonazo matinal, domingo por la mañana, cuando todos duermen, es señal de alarma … y algo grave, seguro !
Yo estudiaba arte dramático en Nueva York, y la verdad ... me moría de hambre.